Martín García tiene 30 años y es un orgulloso egresado de la carrera de Programación en Teclab. A los 26 años, mientras trabajaba en un almacén, decidió dar un giro a su vida. “Mi carrera de programación empezó cuando trabajaba en un almacén y decidí estudiar”, cuenta Martín. Hoy, con esfuerzo y dedicación, logró su primer trabajo en el mundo tecnológico como desarrollador.
Martín siempre supo que quería más, y con la flexibilidad que ofrece Teclab, pudo estudiar «donde y cuando quiera». Para él, la posibilidad de combinar el trabajo y los estudios fue clave para avanzar en su carrera. «Lo que más me gustó fue no solo lo técnico, sino la preparación mental para seguir aprendiendo», comenta. Sabe que en este rubro, «aprendés día a día», y también destaca la importancia de trabajar en equipo. «Un programador no es solo una persona aislada, sino parte de un grupo», afirma.
Gracias a las pasantías que Teclab ofrece al finalizar la carrera, Martín tuvo la oportunidad de insertarse en el mundo laboral tecnológico, donde consiguió su primer empleo como desarrollador IT. Pero no se detiene allí; su visión es clara. «En un futuro, mi sueño es seguir desarrollándome como programador, y por qué no, liderar un equipo, un área o incluso una empresa».
Martín es el ejemplo de que, con dedicación y las herramientas adecuadas, es posible transformar una pasión en una carrera exitosa. Si él pudo hacerlo, vos también podés.
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