La educación siempre ha sido una de las principales preocupaciones a lo largo de toda nuestra conciencia histórica. El progreso está sumamente linkeado a ella, y con el pasar de los años, se ha demostrado que este vínculo no es casual. El crecimiento de las economías, cultura y sociedad se han materializado a razón de fuertes cimientos en la educación. Pero hoy el Skill gap se presenta como el desafío de la educación en nuestra era.
La educación: un escenario cada vez más complejo
Actualmente el escenario se ha complejizado y los que hacen la educación son muchos.
Desde Teclab somos conscientes de esto y entendemos que la modificación y evolución de la educación es constante. No existe educación estática. La misma debe evolucionar y adaptarse a lo que la sociedad requiere. Comprender el dinamismo que la caracteriza amplía las posibilidades pedagógicas de las lógicas de aprendizaje. No somos iguales que nuestros abuelos, no aprendemos de la misma manera y tampoco tenemos los mismos intereses. Cuando nos situamos en ese lugar de comparación el panorama cambia significativamente.
El mundo actual ha cambiado mucho, algunos han sabido adaptarse y otros no tanto. Sabemos que el sistema educativo suele ser bastante tradicional. Esto tiene que ver con ciertas lógicas que persisten, el prestigio y el halo de superioridad construido sobre los intelectuales y los sabios, son algunos ejemplos. En términos históricos, cien años no significan mucho, pero poniéndolo en perspectiva sobre cuánto han cambiado las sociedades es abrumador. Entonces, aquí es cuando planteamos una disyuntiva. ¿Porque uno de los pilares más importantes para hacer crecer las sociedades, se resiste al cambio?
Skills-Gap, el problema de nuestra generación
Vivimos en una realidad de constantes cambios. Internet y las nuevas tecnologías digitales han posibilitado logros inimaginables no solo a niveles tecnológicos sino también económicos y conceptuales, cambiando así, nuestras lógicas de pensamiento y maneras de relacionarnos. Entonces, la tecnología imprime indirectamente su ritmo a todo su entorno, es vertiginosa, dinámica y exige a todos que -por lo menos- intentemos seguirle el paso.
Comprendemos que la actualidad apalanca la necesidad de dinamismo y adaptación. Nos tenemos que poner a disposición de las necesidades de la actualidad y el futuro, que hoy se transforman en una prioridad para los educadores. Pero lo cierto es que por más que tengamos presente esta realidad, en los hechos no se ve reflejado.
La inflexibilidad del sistema educativo genera un skill-gap entre lo que produce la academia y lo que el mundo laboral y empresarial espera y necesita. Las instituciones educativas a lo largo de todos estos años de cambio, no han sabido responder a la creación de los nuevos perfiles profesionales. De esta manera, los egresados de este sistema carecen de las habilidades técnicas necesarias para desempeñarse en el nuevo mundo digital.
Aquí es cuando emerge una situación de acción-reacción. Si el mundo empresarial no está pudiendo contratar los perfiles técnicos que están necesitando por la escasez que existe en el mercado ¿Por qué no crearlos?
Esta primera solución sirvió momentáneamente, pero las compañías que arrancaron con este periplo se chocaron con la realidad que entrenar en conocimientos técnicos no resulta tan fácil como se espera. Son variadas las razones de porqué fallaron en este desafío, pero las principales son que primero, reentrenar millones de personas para insertarlas en el mercado laboral es una tarea muy complicada y que tampoco les corresponde a las empresas. Por otro lado, el mundo empresarial no está preparado para brindar conocimiento. Por más que tengan el expertise, la transferencia del conocimiento no resulta tan simple como brindar información y transmitirla de A, a B.
Aquí es cuando entendemos que esta skill-gap no puede ser resuelta de manera tan simple. Crear puentes para unir estos sectores es una necesidad, no solo para el beneficio del mundo empresarial y el mundo académico, sino también para poder formar profesionales-y más importante: personas que puedan adaptarse al mundo actual. Debemos entender que el cambio es constante, y que el desafío está en aprender a aprender.
La co-creación como respuesta
Entendemos que el Skill gap es el desafío de la educación en nuestra era. Un desafío que necesitamos encarar para mejorar nuestras sociedades. Para poder seguir desarrollándonos y progresando. Pero ¿Cómo respondemos a este problema? Si las empresas fallaron intentando reentrenar a sus empleados y el sistema educativo tradicional no se flexibiliza, cualquier intento que se haga en este marco, quedará sin efecto. Aquí es cuando un modelo emerge como posible, el acercamiento de estos dos mundos es posible cuando la co-creación surge como respuesta. Cuando los expertos pueden acercarse y brindar su conocimiento técnico, expertise y conocimiento de la industria en el desarrollo del contenido, comienza un primer paso para cerrar esta brecha.
Además, la posibilidad de brindar espacios de práctica simulados genera un doble valor en el estudiante. No solo puede encontrar un lugar de desarrollo para poner en práctica lo aprendido en la carrera con tutores, sino que también le añade la posibilidad de algo tan simple como importante: equivocarse. Uno de los mayores impedimentos a la hora del desarrollo del conocimiento es el miedo. El miedo a cometer errores y ser penalizado. Entonces si podemos sacarle esa connotación negativa al error y entenderlo como posibilidad, generamos un doble aprendizaje: el emocional y el técnico.
Los procesos de aprendizaje son sumamente complejos y cada persona responde de distinta manera, esto no es un detalle menor, porque aquí vemos cómo fallaba el sector empresarial en el reentrenamiento. Cuando entendemos esta visión, y podemos actuar en consecuencia, vemos la necesidad de virar la experiencia del aprendizaje hacia el usuario. Ahí entendemos que cómo el Skill gap, el desafío de la educación en nuestra era, puede solucionarse. Tenemos que enseñarles a aprender. En un mundo tan ágil y volátil la respuesta tiene que ser la pedagogía de la adaptación. Comprender que a lo largo de nuestra vida nunca vamos a dejar de educarnos. Y que cuando estemos aprendiendo, repetiremos procesos, nos equivocaremos y lo haremos de vuelta. Pero nos deja una leve sonrisa saber que la construcción y el pensamiento colectivo, nos van a llevar a grandes lugares.
Hoy queremos iniciar un espacio que responda a esto. Un espacio de intercambio, de creación de ideas colectivas y de aprendizaje. Un lugar donde podamos conectar nuestras inquietudes e incertidumbres. Bienvenidos a #ComunidadTeclab el blog donde ese espacio es una realidad.