Como Tutor de Teclab, mi propósito primario es acompañar, orientar y ayudar a cada alumno a transitar y superar la distancia que existe entre aprender un concepto y ponerlo en práctica. Sobre todo, para que pueda superarse, mejorar y aplicar sus conocimientos en entornos reales. Y el objetivo es claro: que estos aprendizajes sirvan para que sus nuevas habilidades y destrezas le permitan conseguir trabajo, cambiarlo por uno mejor o encontrar su pasión profesional.
En estas líneas narro brevemente cómo me formé, cómo dí mis primeros pasos en el interesante mundo de la tecnología, algunos consejos que me hubiera gustado conocer en mis inicios y cómo los Tutores de Teclab podemos ayudar a nuestros alumnos a cumplir sus metas, cómo es enseñar 100% online hoy.
Aprender es lo básico.
Una de las principales sensaciones al iniciar mis estudios fue la incertidumbre, una incógnita significativa. Había escuchado mucho sobre el interesante mundo de la tecnología, pero ahora lo estaba viviendo. Fue tal el abanico de oportunidades que se me presentó, que las opciones parecían infinitas y junto a ellas, mi miedo para abordarlas.
Mi temor se traducía a inseguridades y cada pequeño aprendizaje que hacía, venía acompañado de una duda sobre mis habilidades. En mi mente revoloteaba la idea de que ser programador es sinónimo de genio. Pero no es así.
En ese tiempo un profesor me dio un sabio y oportuno consejo:
“Cuando empezás algo, todo parece muy grande. Pero hacé un pasito a la vez y cuando menos te des cuenta, vas a haber transitado un gran camino”.
Entonces, ante esa sensación de incertidumbre, lo mejor que me ocurrió fue encontrar a alguien que pudiera guiarme con cosas pequeñas que fueran realizables. No olvidaré la sensación que te genera el desarrollar un código que ordena un vector y éste no te genere error. O hacer esa consulta a la base de datos donde tenés que preguntar a varias tablas y te muestre el resultado correcto (esa sensación de “winner” es lo que impulsa). Con estos pasos en mi cabeza ya no estaba ese pensamiento de “nunca voy a terminar de aprender todo lo que tengo que saber”. Spoiler alert: nunca vas a saber todo lo que hay que saber. Entenderlo cambió mi modo de pensar y comprendí que estamos en constante aprendizaje, entonces, mejor relajarse y disfrutar.
¿Por qué amo enseñar en Teclab?
Sencillamente porque me permite cambiar vidas, el poder sembrar la semilla tecnológica en cada uno de mis alumnos, y lograr que encuentren esa sensación “winner” con su desarrollo, que se apasionen por su profesión y que la disfruten me llena de satisfacción.
¿Cómo es enseñar 100% online en Teclab?
En Teclab el compromiso es con nuestros alumnos, no todos aprendemos de la misma manera. Y esto lo vemos en la cantidad de herramientas digitales y estrategias que usamos para generar ambientes de aprendizaje. También tenemos en cuenta que detrás de cada estudiante hay una historia, la cual siempre trato de conocer, siendo así lo más humano posible.
Un ejemplo claro de esto es Nicolás, un alumno que conocí en su primer bimestre de programación. La primera vez que charlamos estaba un poco temeroso por no contar con habilidades técnicas, y que solo estudiaba para acompañar a su hijo. Fue todo un proceso constante conversaciones donde existieron frases como “estoy grande para esto”, “no voy a poder llegar”.
Dos meses después recuerdo a Nico con una sonrisa casi quebrada por el orgullo de haber completado su proyecto de base de datos y diciendo “¿Te acordás que no sabía hacer un capture hace 2 meses?, ahora mírame”.
Historias como la de Nico hay muchas, y seguirán habiendo porque es lo que nos inspira y nos impulsa a seguir haciendo lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Si querés sumarte y hacer tu propia experiencia de aprendizaje, ¡no dudes en consultar!