En la vida cotidiana es súper habitual que usemos expresiones sin que tengamos muy claro su significado. También sucede que creemos que las palabras tienen un sentido que no es el que efectivamente tienen, dando lugar a que muchas veces confundamos términos distintos como si fueran similares.
Todo esto ocurre generalmente con las palabras «publicidad» y «propaganda». En este artículo, exploraremos sus principales diferencias y repasaremos algunos ejemplos de cada una, para que nunca vuelvas a usarlas como sinónimos ;).
Diferencias entre publicidad y propaganda
Es fundamental que podamos definir a cada uno de estos conceptos para poder hacer el contraste entre ambos. En primera medida, la publicidad y la propaganda son dos formas de comunicación persuasiva, por lo que tienen una raíz en común.
Sin embargo, tienen objetivos distintos. En su libro «Publicidad y promoción : perspectiva de la comunicación de marketing integral» los especialistas George E. Belch y Michael A. Belch aseguran que la publicidad tiene que ver con las acciones mediante las cuales se presentan y promocionan bienes o servicios de un patrocinador identificado.
Por otro lado, expertos en Marketing Digital como Hubspot afirman que la propaganda se enfoca en la difusión de ideas o causas, y que esa es la principal diferencia: la publicidad busca que compres, te suscribas o pagues por sus productos o servicios. La propaganda, por otro lado, busca que conozcas un movimiento, una línea de pensamiento o un concepto y lo apoyes, por ejemplo: cuidar el agua, no tirar basura, adoptar una mascota, etc.
Luego de esta distinción inicial, podemos marcar otras disidencias entre ambos conceptos:
Naturaleza del mensaje
La publicidad suele ser un mensaje comercial que busca promocionar un producto o servicio específico. En cambio, la propaganda tiene un contenido ideológico o político, buscando influir en las actitudes y creencias de las personas.
Control sobre el mensaje
En la publicidad, las empresas tienen un control riguroso sobre el mensaje y su contenido. Pueden decidir qué decir, cómo decirlo y a quién dirigirse. En cambio, en la propaganda el mensaje puede ser difundido por gobiernos, organizaciones políticas o grupos de interés, generalmente con menor control respecto a esos mensajes.
Audiencia objetivo
La publicidad se dirige principalmente a consumidores que puedan estar interesados en comprar un producto o servicio. En principio, se trata de un público segmentado en el que se hace foco para tener mejores resultados.
En contrapartida, la propaganda se dirige a la opinión pública en general, con el objetivo de influir en la sociedad en su conjunto.
Evaluación de éxito
El éxito de la publicidad se mide en función de la efectividad en la venta de productos o servicios. En cambio, el éxito de la propaganda es mucho más difícil de medir, ya que se trata de la capacidad de incidir en la opinión pública y en el logro de objetivos políticos, sociales o ideológicos.
Ejemplos de publicidad
Para ilustrar con mayor claridad, enumeraremos algunos ejemplos de publicidad:
- Un anuncio de televisión que promueve un nuevo producto de limpieza.
- Un anuncio impreso en una revista que promociona un nuevo modelo de automóvil.
- Un anuncio en internet que muestra descuentos en ropa de marca, tanto en un sitio web como en redes sociales.
Ejemplos de propaganda
En sintonía con lo anterior, pensamos en algunas propagandas con las que podemos cruzarnos habitualmente:
- Una campaña política que promueve a un candidato como la mejor opción para un cargo público.
- Un mensaje en redes sociales que intenta cambiar la percepción sobre un tema controvertido.
- Un cartel en la calle que promueve una ideología o causa social.
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